Desde el Colectivo Cultural Neón-Púrpura nace Crisis/Decadencia/Transformación como un proyecto expositivo que se desarrolló en el patio de la Biblioteca Municipal de San Cristóbal de La Laguna y ahora continúa en el Espacio Cultural El Tanque.

21 jun 2013

Cierra los ojos




“Haber viajado tan lejos sólo para encontrar aquello de lo que había escapado.”
Paul Gaugin

El deseo, el verso, la voz, la música. Voz, voz, voz. Quejido apagado, deseo emergente.

La voz se lanza al exterior como pájaros que en su vuelo refulgente ven sus alas tornarse fuego fatuo. Fuego que brota de la putrefacción, pequeñas llamas que se elevan por el aire en un gracioso deambular. El deseo es ese fuego que al aproximarse para asirlo se aleja. El patio de la Biblioteca Municipal de La Laguna asiste al epílogo de lo que ha sido un proyecto lleno de deseos, esperanzas, miedos, superación y compañerismo. Crisis/Decadencia/Transformación es el motivo por el que nació Neón-Púrpura y será parte de por vida de la filosofía de trabajo de sus dos componentes.

Esta vez de la mano de MoBBAA –proyecto de Judit Mendoza– se desarrolla El patio de los deseos, el reverso de la primera performance que dio inicio hace nueve meses a las intervenciones en el patio. Si empezamos por la queja, hoy recogemos el deseo del transeúnte. El movimiento cíclico que iniciara Neón-Púrpura en forma de eterno devenir no se cierra a sí mismo sobre la queja, sino sobre la ilusión del deseo por cumplir. El deseo inflama el alma, la queja la extirpa.

Exponer el deseo es situarse en el punto de mira, es desnudarse ante el interlocutor. Para Néon-Púrpura, personas anónimas han vertido su confianza en unas bobinas de papel, han escrito, unos al lado de otros, sus anhelos y querencias en un acto tan comunitario y poético que fuerza a creer en la salvaguarda de los sueños.

Metafóricamente los deseos recogidos en la calle son metas que no se alcanzan y (que) terminan en el terreno pantanoso de la insatisfacción y el desconcierto. MoBBAA logra generar esa llama necesaria. Judit Mendoza entra en el patio acristalado y se quema; quema el sonido, quema el verso y resurge la intención del deseo en forma de acción. La serpiente verde del deseo se mofa constantemente de nosotros y ella lo sortea en torno a la geografía del patio. El canto del pájaro apagado es el símil del deseo humano, una analogía filosófica y estética que termina en la necesidad del impulso, en la acción física del deseo mental, si no éste se instala como un tumor en la cabeza. El deseo no satisfecho convertido en impotencia. Por tanto el deseo es un fuego interior con la capacidad doble de destruir y purificar, de allanar terrenos mentales en los que la mala hierba, como muros sociales, es extirpada.

MoBBAA realiza, mediante afinidades entre formas artísticas como la música y el movimiento, un ejercicio de invención y creación, una reacción ante la vida ordenada en diferentes estadios. El deseo por definición es un impulso, pero como tal acción conlleva en su núcleo la negatividad del deseo vehemente y la belleza del deseo afectivo que representa cada una de las pasiones del ánimo: la ira, el amor y el odio. “Dolor del artista” para Judit Mendoza, que ve el deseo en forma de aves de manera evolutiva en la transición y efecto de desear, águila-gorrión-fénix. Águila como primer impulso, gorrión como acción purificadora y vehementemente asustada y fénix como liberación de energía y calor, literalmente ardiendo en deseos en pura transmutación. En esta hoguera de El patio de los deseos arde el dolor de anhelar como forma de liberación y de despojarnos de la artificialidad del deseo enfermo.

El patio de la biblioteca es el signo y el símbolo de los deseos que los transeúntes/espectadores anhelan reprimir. Deseos de correspondencia entre cuerpo, experiencia y lenguajes, que dan una sensación plena y satisfecha del universo. Esta intervención se revela como una confusión entre deseo y queja. A veces los deseos se desechan como inútiles, pero son dos expresiones de la misma mirada. La queja se ve como objetiva –y anclada a la tierra– y el deseo es elemental y primitivista donde (no es un lugar) el Yo se disuelve en el cosmos.

Ahora la acción de desear, para MoBBAA y Neón-Púrpura, es la de erigir secretos a viva voz que conecten a los hombres. Funcionan éstos como vasos comunicantes, pues es más fuerte el deseo comunitario que la queja en común. MoBBAA inventa y recrea una forma alternativa de comunicación. Infinidad de deseos se evaporan y traspasan la atmósfera del desánimo. A veces desaparecen sin dejar huella. Otras permanecen como cenizas en vuelo. Aquí la permanencia es victoria y culmen del círculo vital Crisis/Decadencia/Transformación.


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