Desde el Colectivo Cultural Neón-Púrpura nace Crisis/Decadencia/Transformación como un proyecto expositivo que se desarrolló en el patio de la Biblioteca Municipal de San Cristóbal de La Laguna y ahora continúa en el Espacio Cultural El Tanque.

19 jun 2013

El patio de los deseos, por Judit Mendoza y Jose Guillén

El patio de los deseos es una pieza compuesta sobre la temática de los deseos, donde se utilizan como recursos el verso, la voz, la música y la danza.

La inspiración surge en torno al canto de los pájaros y al fuego. Musicalmente nos movemos en estos sonidos acompañados de armonías simples aportadas por las cuerdas, junto a sonidos de carácter ambiental que dan el contrapunto a los acordes de impronta clásica. El canto y la danza están presentes con música pregrabada y con momentos puntuales de procesamiento de la voz.

Los pájaros representan algo bello lanzado (y hasta cierto punto desperdiciado) al aire. Como punto de partida, tiene mucho que ver con la pregunta primigenia “¿de dónde viene este impulso...?” (extracto de “Prayer”, video-creación de los mismos autores). Un ornitólogo diría que los pájaros cantan por motivos absolutamente prácticos, naturalmente; pero la capacidad humana nos permite usar esos sonidos de una manera poética y tangencial. Los deseos poseen algo muy parecido, todos los lanzamos de una manera u otra, sólo el que quiere escuchar se da cuenta de ellos. Se observan en gestos, en lo que se calla y sobre todo en la mirada.

El fuego tiene una clara vertiente purificadora-destructiva. La percepción de esos deseos por parte de algunas personas te hacen débil, te exponen. Por supuesto hay un tipo de sujetos que aprovechan eso para destruir, para atacar. De algún modo los cantos-deseos son bellos y puros por definición, sin embargo también son susceptibles de su destrucción si se exponen a las personas equivocadas. Esto, sin lugar a dudas, se acerca al famoso dolor del artista del que tanto se ha escrito.

El verso se construye a partir de los deseos de personas cercanas a la autora, y de sus propios deseos, y de aquellos con los que la artista se ha identificado recogiendo mensajes en su entorno. Todos ellos coleccionados con el objetivo de lanzarlos al aire junto al canto de los pájaros, y quemarlos después al fuego de la hoguera, en una celebración para renacer de las cenizas como el ave Fénix liberado de su lastre.

Por lo tanto y en clara yuxtaposición poética, esta pieza se compone de tres partes:

1. El águila que sobrevuela lanzando sus deseos inocentes.
2. El pequeño gorrión asustado por el fuego en la exposición.
3. El Ave Fénix que renace de las cenizas de la incomprensión amparada únicamente por la más pequeña forma de la pureza.

El Patio de los Deseos”, dentro de la trayectoria artística de los autores, se concibe como continuación de la obra “Para Muriel”, obra con una fuerte carga de deseos que se expresan respetando el primer impulso de la emoción y de los que la lluvia nos libera y purifica. En “El patio de los deseos” el significado del fuego es justamente el que tiene el agua en “Para Muriel”: con su energía y calor, el fuego nos purifica y nos da refugio, tras las cenizas del dolor de los deseos frustrados, una y otra vez el deseo y el fuego, ardiendo en deseos en el ciclo de la vida, al calor del fuego con su doble vertiente, de protección y destrucción.

En “El patio de los deseos” se quemará el dolor que encierra cada deseo para liberarnos de quimeras y estar un poco más cerca de nuestra felicidad. La intérprete será sólo un medio, identificándose con el deseo todos los presentes para hacer arder el dolor en la hoguera y dar esperanza.

Judit Mendoza_ verso e interpretación
Jose Guillén_ música y edición de audio
mobbaa.com


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